Creer en el
destino
Vuelvo siendo yo mismo
vuelvo tras superar mis ataduras
tiempo es de remediar viejas locuras
sueños de juventud, que se
despiertan del mismo
síntomas de locura que nos suena a
cinismo
hechos que nos demuestran que las
curas
fueron nuestras mayores amarguras
causa del ostracismo.
Siento que nuestras almas
inmortales
juzgan nuestras acciones como
jueces severos
pero, siendo sincero, no me creo
que puedan ser las cosas tan
casuales
creo en ese destino con sus
propios roderos
que marcan el camino sin rodeo.
©
Eduardo
González Cuartango
17/06/2012
Soneto cautivo.
ResponderEliminar