Noches de placer
No hay candil que
alumbre ya tus noches
deambulas perdida y
asustada
oyendo alrededor
tantos reproches…
estás sola, con frío,
abandonada
cuando antes lo
normal eran derroches
del pasado no queda
casi nada
hoy buscas a tus
propios sentimientos
perdidos en la rosa
de los vientos.
Se fueron esos días
tan gloriosos
con noches de locura
y desenfreno
y viajes de placer
maravillosos
ahora vives noches al
sereno,
de llorar están tus
ojos vidriosos
aquellas fiestas
fueron un veneno
tomado trago a trago
en cada copa
y hacía que te
quitaras la ropa,
con tu desnudo cuerpo
pretendías
vivir la vida siempre
entre las sedas
de sábanas de cama
hoy tan vacías
como la sucia calle
en la que ruedas
el pasar de los años
no sentías
y hoy te venderás por
unas monedas.
No aseguró el futuro
tu belleza
y cubres con harapos
tu pobreza.
©
Eduardo González Cuartango
28/11/2012 17:00:00
Felicidades Eduardo, es fantástico.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Verónica.
EliminarUn abrazo.