Mi amada la mar
Retorno a esa playa
de mis sueños
en donde los sentidos
son mis dueños
y donde pasa el
tiempo sin sentirlo
estando como en
trance o entresueños
y vuela mi alma libre
sobre el agua
forja mil aventuras y
las fragua
con restos de lecturas,
ya olvidadas,
mas pronto me
despierta el frío agua.
Las noches en la mar
son estrelladas
propician a soñar con
cuentos de hadas
princesas rescatadas
de dragones
con besos de mujeres
siempre amadas.
Mi cara por la brisa
refrescada
curtida por el sol y
agua salada
tostada tras dos mil navegaciones
no muestra que en el
fondo está cansada
de tanta mar con
duras condiciones
de tanta soledad y
sin opciones
a cambiar la cruda
realidad
no exenta de muy
duras situaciones.
Y cuando estoy en tierra
yo regreso
a ver de nuevo el mar
como un obseso
playa que me reclama
si estoy cerca
la mar que me reclama
de regreso.
Acudo siempre raudo a
su llamada
impaciente a los
brazos de mi amada
hechizo de un amor
correspondido
mi vida a esa mar le
es entregada
amante de sus fieles
marineros
que a bordo de buques
o de pesqueros
faenan día a día con
esfuerzo
o buscan mejor vida
cual balseros.
Esa mar que a poetas
les inspira
sus odas que al ritmo
de una lira
le canta complaciente
a esa amada
que atenta y con gran
placer ella admira
los versos que su
amado la dedica
da gracias a esa mar
y suplica
que nunca se lo lleve
ella consigo
que la vida en pareja el mar complica
©
Eduardo González Cuartango
16/12/2012 12:49:00
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